La épica travesía de la humanidad. IV Otoño

Tiempo y dinero (y deuda…)

¿El dinero que pongo en el banco es mi tiempo pasado?

Santi Erill

Pensemos en estas frases: «dame tiempo», «estás perdiendo el tiempo», «ahorrar tiempo». Son frases sin sentido, que podemos entender solo metafóricamente. En tanto en cuanto presuponen la idea de que el tiempo es algo que se puede dar o quitar, implican que el tiempo es algo que podemos ganar o perder, poseer o almacenar.

Pues bien, en este tipo de absurdos se basa la economía, una maquinaria cuyo fin es la cosificación y la acumulación del tiempo. ¿Qué ponemos en el banco cuando vamos a depositar una suma de dinero? Tiempo. En cierto sentido, depositamos allí nuestro tiempo pasado o nuestro tiempo futuro. Nuestro tiempo o el de los demás, en caso de que pertenezcamos a la clase capitalista y de que nos dediquemos, precisamente, a despojar a los demás de su tiempo.

La transformación que ha llevado del capitalismo burgués al semiocapitalismo actual implica un cambio en la percepción de las relaciones entre dinero, lenguaje y tiempo. Cuando hablamos de bancos, hablamos de lugares en los que se deposita y se guarda tiempo. Pero la manera de hacerlo va ligada a los cambios en la historia del capitalismo, así como a la historia de las relaciones entre el capitalismo y la vida, la subjetividad, la singularidad.

Nos resulta difícil ser sistemáticos a propósito del tiempo y, por lo tanto, renunciamos a la sistematicidad. El gran misterio de la etapa financiera del capitalismo radica en esto: ¿el dinero que pongo en el banco es mi tiempo pasado, el tiempo que he vivido antes? ¿O el dinero que pongo en el banco me da la posibilidad de comprar un futuro? Y esta pregunta ¿encierra más bien un secreto o un enigma?

¿Sabéis cuál es la diferencia entre un secreto y un enigma? Un secreto es algo que está escondido en algún sitio. Tenéis que saber el código, hay que encontrar la clave correcta, y el secreto dejará de serlo, se convertirá en la verdad. El enigma es distinto porque no podéis encontrar la clave, la clave no está en ningún sitio, y tampoco la verdad está en ningún sitio. Así pues, cuando hablamos de capitalismo financiero, cuando hablamos de la relación entre tiempo, futuro y deuda, ¿estamos hablando de un secreto o de un enigma?

Creo que estamos hablando de un enigma, porque nadie sabe nada acerca del futuro, nadie sabe qué se esconde en el tiempo futuro de quien se ha endeudado, de modo que el único medio para resolver el enigma es la violencia. O pagas o te elimino. O me das tu tiempo presente a cambio del tiempo futuro, o te dejo en la miseria. Esta es la razón por la que actualmente griegos, portugueses, españoles e irlandeses tienen que pagar dinero a los bancos alemanes: para evitar que les echen de la Unión Europea y acabar tirados en la cuneta. Pero el problema es que para pagar la deuda con los bancos alemanes se ven obligados a empobrecerse, a renunciar a la educación, a la sanidad y a una vida cómoda. Un enigma, se trata sin duda de un enigma.

—Franco «Bifo» Berardi, La sublevación, Barcelona, Artefakte, 2013: pp. 77-78.